La cultura y las artes siempre fueron su pasión, motivo por el que trabajó desde sus capacidades y más allá de ellas para fortalecer su desarrollo en Venezuela
María Teresa Castillo nació en Cúa, estado Miranda, el 15 de octubre de 1908. Desde ese momento su destino parecía estar marcado por el coraje y la determinación. Esas cualidades que se requieren para luchar por los ideales y las convicciones.
En 1936 se convirtió en periodista, siendo una de las primeras mujeres en desempeñarse en esta profesión. Antes ya había probado el pesar de estar en la cárcel por repartir material subversivo, justo después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez.
La cultura y las artes siempre fueron su pasión, motivo por el que trabajó desde sus capacidades y más allá de ellas para fortalecer su desarrollo en Venezuela. En 1942 inauguró la fuente cultural en el diario Últimas Noticias y en 1958 se estrenó como presidenta del Ateneo de Caracas.
Entre sus méritos también se encuentra el haber ideado el Festival Internacional de Teatro de Caracas, cuya primera edición se realizó en 1973.
“Mujer de la cultura, rebelde ante la injusticia, luchadora infatigable por la libertad y dignidad de los pueblos, casada con Miguel Otero Silva, madre de dos hijos”, así la describe brevemente la periodista Isa Dobles, quien agregó “María Teresa Castillo ha sido durante largos años, el Ministerio de Cultura permanente de Venezuela sin recibir salario ni designación de los gobiernos de su país”.
Es probable que este reconocimiento nunca haya sido una necesidad para ella. Quizá haya regido su vida a través de la frase de uno de sus autores favorito, el francés André Mourois: “todo lo que merece ser hecho, merece también ser bien hecho”, más allá de todo lo demás.
En 1936 se convirtió en periodista, siendo una de las primeras mujeres en desempeñarse en esta profesión. Antes ya había probado el pesar de estar en la cárcel por repartir material subversivo, justo después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez.
La cultura y las artes siempre fueron su pasión, motivo por el que trabajó desde sus capacidades y más allá de ellas para fortalecer su desarrollo en Venezuela. En 1942 inauguró la fuente cultural en el diario Últimas Noticias y en 1958 se estrenó como presidenta del Ateneo de Caracas.
Entre sus méritos también se encuentra el haber ideado el Festival Internacional de Teatro de Caracas, cuya primera edición se realizó en 1973.
“Mujer de la cultura, rebelde ante la injusticia, luchadora infatigable por la libertad y dignidad de los pueblos, casada con Miguel Otero Silva, madre de dos hijos”, así la describe brevemente la periodista Isa Dobles, quien agregó “María Teresa Castillo ha sido durante largos años, el Ministerio de Cultura permanente de Venezuela sin recibir salario ni designación de los gobiernos de su país”.
Es probable que este reconocimiento nunca haya sido una necesidad para ella. Quizá haya regido su vida a través de la frase de uno de sus autores favorito, el francés André Mourois: “todo lo que merece ser hecho, merece también ser bien hecho”, más allá de todo lo demás.
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